El gran problema de las empresas

Si nos paramos un momento a pensar en la estructura de las empresas en España, nos daremos cuenta de que la mayoría tienen algo en común, sobre todo las multinacionales. En ellas existen muchos “altos cargos” y poca gente que doble la espalda para producir. O lo que se suele decir en la jerga popular:

“Muchos jefes y pocos indios”

Te encuentras con empresas que no paran de recortar y echar a la calle a los que de verdad producen (porque es más barato), quedándose con sus plantillas plagadas de “directores de”, “jefes de” y “supervisores de”, los cuales presentan una carencia en formación considerable, suelen estar desadaptados laboralmente a esta época, y además, no paran de lamentarse de lo bien que se estaba en “la época buena”

Por lo general, estas personas tienen nóminas que no van acorde a los tiempos de crisis, y mientras tanto, los que de verdad producen y les hacen el trabajo a ellos (porque generalmente no saben hacerlo) están cobrando sueldos que son aproximadamente un tercio de lo que ellos cobran. Y por supuesto estos jefes salen a su hora, ya que los indios que les hacen el trabajo son los que se tienen que quedar a echar horas extras que nadie les paga ni reconoce. 

Este problema endémico que tenemos en España está deteriorando día a día la productividad y parece que los jefes de los jefes no se dan cuenta. Todos sabemos que es muy costoso económicamente echar a alguien con muchos años en la empresa y con un sueldo tan alto, pero también sabemos que a la gente se le puede exigir una productividad acorde a su sueldo. 

Una empresa llena de lastres al final acabará hundiéndose y entonces será cuando digan “es que está la cosa muy mal”. La cosa está muy mal pero estará peor si no se hace nada para mejorarla y se sigue cargando la responsabilidad sobre personas con sueldos mediocres. Gente desilusionada que ve a diario cómo su labor es imprescindible para la empresa y cómo el que debería ser su sueldo se le está pagando a otro que llega a media mañana para contarle a sus compañeros lo bien que se lo pasa los fines de semana.

Y eso es así.